Una persona, una pareja de esposos o un pareja en relación de concubinato trasmite al fiduciario parte o la totalidad de sus bienes con un fin determinado, especificado en el contrato de fideicomiso buscando la protección del patrimonio para el momento de su muerte, incapacidad o desaparición.
El fideicomitente conserva el derecho de uso y goce de su patrimonio en vida y dispone de antemano reglas para el caso de su muerte, incapacidad o desaparición.
Beneficios:
Asegura que el proceso sucesoral sea claro y transparente para toda las partes involucradas al ser ejecutado por un tercero independiente.
Protege a su familia, negocios, ahorros, inversiones, bienes, decisiones sobre salud e hijos menores en una etapa complicada.
Disminuye los costos asociados a un proceso sucesoral complicado.
Preserva el legado patrimonial para las futuras generaciones.
Permite la utilización de los bienes sucesorales para fines específicos.